18 jun 2009

Aquí, pasando

Claro, que sí: Esta vez me tocó conjugar el verbo "vacunar"... pero me quedé en el presente y sólo en la primera persona: Yo vacuno.

Rarezas, sin duda, estas cosas que pasan. Pasan, sólo porque pasan, como el viento, que pega y enfría la cara, pero sigue cascando hasta botar la hoja seca de un árbol, darle movimiento a una chasquilla y apagando finalmente una vela.

Y así sigue, avanzando, pasando.

¿Cambia todo cambia?, no exactamente, yo diría que pasa, todo pasa.

Se pasa la hora, se pasa el tiempo, se pasa el dolor, se pasa el frío, se pasa el calor, se pasa la angustia, se pasa la modorra, se pasa la rabia, se pasa lista, se pasa a la historia, y la vida sigue pasando y pasando...

"¡Pase!" dice la cajera, la enfermera, el guardia de seguridad alterado, el paco de tránsito estresado al medio de la calle -con gesto técnico de su guante blanco piñiñento-, la señora a medio vestir cuando llega el tipo dateado supuestamente para arreglar el TV cable.

También se pasan las sopaipillas, el pescado sin refrigerar, las axilas sin desodorante (se supone que "a ala"), y la gente que se manda alguna chambonada: "se pasó..."

Y los curaos' -borrachos- andan pasaos' -pasados-.

Y lo que me pasa, ¿por qué me pasa?, ¿por vacunar entonces?, ¿por pasarme de listo?, ¿por pasarme de la raya?, ¿por pasar piola?...

Pase lo que pase, por lo que pase o lo que haya pasado, ojalá que todo pase no más. como todo.